dimecres, 25 de març del 2009

ES LA HORA DEL PLANETA


El próximo 28 de marzo, a las 20:30, tienes una cita con el Planeta para demostrar que la lucha contra el Cambio Climático es posible.Esta iniciativa de WWF es la mayor campaña en defensa del medio ambiente de la historia, en la que participarán 1000 millones de personas. La Hora del Planeta 2009 involucrará a los gobiernos, ciudadanos y empresas en una acción conjunta para llamar la atención sobre los efectos del calentamiento global y exigir a los líderes políticos que actúen para controlar las emisiones de CO2 antes de que sea demasiado tarde. Hasta ahora, más de 1700 ciudades de 80 países se han comprometido a apagar las luces de sus edificios más emblemáticos, como gesto simbólico de apoyo a La Hora del Planeta.

Cuál es el objetivo de La Hora del Planeta?
En diciembre de este año, los líderes de 192 países se reunirán en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que tendrá lugar en Copenhague para lograr un nuevo acuerdo global que de continuidad al protocolo de Kioto. Es la última oportunidad que tiene la humanidad para actuar de forma conjunta contra el cambio climático y por eso, La Hora del Planeta de WWF quiere mandar un mensaje claro exigiendo un acuerdo ambicioso, justo equitativo

http://www.wwf.es/que_hacemos/cambio_climatico/la_hora_del_planeta_2009/

Una hora sin luz eléctrica (Crónica Verde de César-Javier Palacios), arropados por las penumbras. ¿Seremos capaces de lograrlo?
La convocatoria lanzada por WWF a todo el mundo parece tan ilusoria como inútil. Sólo entre 1959 y 1990 la producción y consumo anual de electricidad aumentó de poco más de 1 billón de kWh a más de 11,5 billones. Ahora superamos los 18 billones, con un aumento anual del 2%. Un crecimiento desorbitado, apoyado en el consumo compulsivo de combustibles fósiles, que nos está pasando una terrible factura: el cambio climático.
Cambiar las actitudes, consumir sólo lo necesario, ayudaría enormemente a nuestra casa común planetaria, y con ello a nuestra especie. Paradójicamente, a pesar de estar hoy en día más sensibilizados que nunca con este problema, hacemos exactamente lo contrario, derrochamos a manos llenas un recurso escaso.
Por ejemplo, iluminando monumentos. Mañana, durante una hora, catedrales, rascacielos, esculturas, museos o palacios dejarán a oscuras sus fachadas. Es un gesto superficial, pues el resto del año millones de focos consumen ingentes cantidades de energía en algo tan estúpido como rescatar de las sombras nocturnas nuestros emblemas arquitectónicos.
Mientras los ciudadanos dormimos, las piedras relucen para exclusivo consuelo estético de los noctámbulos. En apenas 20 años esta moda se ha extendido por todo el mundo, y hoy en día desde la parroquia del pueblo más perdido hasta los templos maya en medio de la selva todos están iluminados.
Es el culto a la bombilla, la pasión por el derroche, una especie de competición con el sol, como si tratáramos de demostrarle que no le necesitamos, que sin él nuestras vidas también son bellas y luminosas. Y es que, como dice el refrán, “de noche todo se confunde”. ¿Les parecen bonitos los monumentos iluminados? Hasta que no los consideremos una aberración y limitemos su uso nuestro planeta seguirá en peligro.
La alternativa de descubrirlos a la luz de las farolas, con la primera claridad del amanecer o enrojecidos con una inolvidable puesta de sol, me sigue pareciendo mucho más atractiva, barata y medioambientalmente sostenible. ¿No pensáis vosotros lo mismo?

http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/post/2009/03/20/iluminar-monumentos-oscurece-mundo#comentarios